martes, 16 de marzo de 2010

salida pedagogica al paramo de mataredonda

DURANTE LA EXPEDICIÓn

Segundo Momento – Experiencia

Se desarrolla una guía que contiene actividades de profundización sobre el tema correspondiente al ciclo, tanto de lo desarrollado en el aula de clase para la expedición como en cada una de las estaciones durante la expedición.
La guía finaliza con una pregunta de reflexión para el grupo con la cual se hará una puesta en común en el momento de la socialización del taller.

DESPUÉS DE LA EXPEDICIÓN

Tercer Momento – Aplicación

Se propone una actividad para ser desarrollada en el colegio como aplicación de los conocimientos construidos en el aula y en la expedición con miras a consolidar la comprensión de los temas trabajados.
Para las guías de cada uno de los ciclos se presenta esta estructura con las actividades planteadas.

RECOMENDACIONES GENERALES

Todo visitante debe tener presente las siguientes recomendaciones para un mejor aprovechamiento de su estadía en Matarredonda:

Comportamiento en Matarredonda

Transite por los senderos determinados y acompañado por un guía
No se separe de su grupo y este pendiente de sus compañeros
Personas con problemas cardiacos ó pulmonares no deben ingresar a recorridos extensos y muy altos.
Por la fragilidad de los ecosistemas que se hallan en Matarredonda y atendiendo a los fines de su conservación, esta prohibido colectar material animal, vegetal, mineral de Matarredonda. Asimismo no se deben llevar animales o vegetales extraños.
No se deben llevar aerosoles u otros elementos contaminantes
No fumar, ni consumir bebidas embriagantes o alucinógenas
No llevar ningún tipo de sustancias explosivas o combustivas que puedan generar incendios.
Esta prohibido hacer fogatas y por lo tanto no tome leña del Bosque.
Abstenerse de botar basuras por los senderos y durante su permanencia en Matarredonda

Parque Ecológico Matarredonda

El Parque Ecológico Matarredonda está ubicado en el predio El Verjon, siendo único y especial ya que allí­ nacen importantes fuentes de agua que benefician a Bogotá y a varios municipios de Cundinamarca. Además, contribuye a la conformación de la cuenca del Orinoco a través del rí­o meta.

Se encuentra a 20 minutos de Bogotá y está localizado del kilómetro 15 al 20, en la carretera que conduce a Choachí­ (Cerro Guadalupe) y ofrece entre sus atractivos un recorrido por el Camino Real que, antiguamente, conducí­a de Bogotá hacia los Llanos Orientales.
SE ha creado una zona ecologica o parque natural con varios fines:
la plantación de árboles autóctonos y recuperación de especies.
Conseguir un espacio de recreo y para la práctica del deporte ya que a lo largo del parque hay una pista de tream, dos pistas de tenis y suficientes desniveles para poder hacer marcha o simplemente pasear.
Como escenario cultural al tener un anfiteatro donde se representan obras de teatro, cine al aire libre y actuaciones musicales.
Zona para simplemente disfrutar de un entorno que en sí mismo es calidad de vida.
También se está realizando un jardín botánico en el que estén representados los árboles y plantas de Andalucía


Andariegos & Aventureros visita la Laguna El Verjón

El silencio mezclado con el rugir de heladas rafagas de viento enmarco el gran escenario de altura, dominado por los frailejones, los cardones, pajales, pinos nativos y agua, bastante agua. Ese fue el panorama predominante de la experiencia caminada del Parque Ecológico Matarredonda, reserva ecoturística ubicada a media hora de Bogotá, por la vía a Choachí. El objetivo del día, alcanzar el emplazamiento del célebre ojo de agua, conocido como Laguna El Verjón para luego coronar una cumbre de no tan simple ascenso, llamada La Cuchilla, desde la cual es posible ver gran parte del sur de Bogotá y de paso ver el Santuario de Monserrate, abajo en la mirada. Mientras, uno de los centenarios caminos reales que transitan hacia los Llanos Orientales guió gran parte de nuestro camino.

Camino Real de Oriente, rumbo a los Llanos Orientales

Camino Real de Oriente, rumbo a los Llanos Orientales

Tras la partida del nutrido grupo de caminantes, desde el Centro Administrativo del parque, la primera parte transcurre por un camino empedrado donde los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer la historia de la reserva de Matarredonda, de como primo el interés de conservar ese ‘colchón de agua’ como se le denomino al páramo, sobre la lógica de entregar mas y mas hectareas a la producción agropecuario, desconociendo las nefastas consecuencias de esa decisión, como ocurre en otros tantos páramos intervenidos.
Fue un recorrido para acercarse a lo que es un páramo, con sus plantas achaparradas, sus estrategias para sobrevivir a tan inhospito ‘desierto helado’, como le llamaron muchos viajeros antiguos que encontraban hombres y bestias moribundos de frío en los cáminos. De los frailejones denominados ‘argenta’, ‘espeletia’, a los paepalanthus columbiensis o ‘flor de harina’, al Cardón Puya, que se autodestruye dejando una inflorescencia como último testigo; también de la gran cantidad de vegetación fóranea que ha consumido a las plantas locales (léase pino candelabro, eucalipto) y que tapiza muchas zonas. También se habló de animales que habitan en la zona, de la escalofriante persecución al gran oso de anteojos, de los murciélagos que solo comen frutos, de los colibries, de las liebres y zarigüeyas, de un medio que se busca recuperar y fortalecer hasta lograr acercarnos a la belleza de antaño.

Último esplendor antes de la muerte

De Matarredonda, se llego a la Laguna del Verjón, sagrado cuerpo de agua para las culturas prehispánicas, lugar de nacimiento del río Teusacá, hoy en día reducido considerablente pero aún así guardián de la vida del páramo que lleva su hombre, defendiendose de la mirada de extraños con poderosos vientos y un clima tan frío que hace desistir a los que poco saben perseverar.

Vista panorámica de la Laguna El Verjón, cuerpo de agua que esta desapareciendo...

Vista panorámica de la Laguna El Verjón, cuerpo de agua que esta desapareciendo...

Se rodeo la Laguna, primero atravesando una zona de turberas, es decir zonas cubiertas de pastos y vegetación pero con un colchón de agua que no se ve a simple vista y donde la persona puede hundirse con facilidad. Luego se asumió un exigente ascenso que trato de cobrarse el bienestar de mas de uno de nuestros participantes, aunque con un saldo a favor, de lograr coronar el sitio conocido como La Cuchilla, en límites del parque.

Cruzando una zona de turberas

La Cuchilla, donde los vientos mas potentes intentaron derribarnos y el frío parecía acabar con las ganas, una vista del suroriente de Bogotá y la sensación de mirar el mundo desde un lugar mas alto, fueron la recompensa. Vino el descenso para completar el circuito alrededor de la mítica Laguna, también de buena exigencia para las rodillas, mientras que el viento y el frío no daban tregua, el paisaje se cubría de una espesa niebla que traia a la mente la leyenda de la diosa del Páramo, Mapalina, que cuando se enfurece al ver que hay personas que ingresan sin permiso a sus dominios, lo cubre todo de niebla y no hace fácil el transito.

La Cuchilla, donde el viento no da tregua

La llegada a la Laguna, nos permitió reponer energías descansando y meditando al lado de ella, para finalmente emprender el camino de retorno, no sin antes conocer un poco más sobre la visión que se ha tenido de los páramos en Colombia, a lo largo de la historia, una visión que va de la creencia de ser morada de los dioses, luego desiertos helados donde la muerte esperaba hasta revivir el interés de estudio de estas grandiosas fuentes del preciado líquido y de vida, en la lucha por su preservación.

Un día en el páramo

Así, concluyo esta grata experiencia donde aprendimos cosas nuevas, nos pusimos a prueba en cuerpo y espiritu y de paso, nos desconectamos del ruido y rutina citadina y descubrimos lugares tan especiales como estos, a tan poca distancia de donde transcurre la mayor parte de nuestras vidas.

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